CUANDO GUARDAMOS SILENCIO

 

“Morimos un poco por dentro cuando guardamos silencio ante lo que sentimos

 

INTRODUCCIÓN

En ocasiones, las personas callan en vez de hablar, sonríen cuando en realidad quieren llorar, o incluso, se muestran amables cuando en realidad quieren agredir. Esta máscara que usamos es un mecanismo de defensa ideado por el ser humano para evitar lastimarse a sí mismo, pero se ha demostrado que el resultado es contrario a lo esperado.

Mediante la represión, ciertos pensamientos y emociones son excluidos de la conciencia y confinados al inconsciente, creyendo que con ello logran extinguir lo que están sintiendo, sin pensar que el organismo tiene muchas formas de expresar la emoción sentida, la somatización es una de ellas. Los signos y síntomas son la voz de nuestro cuerpo que quiere decirnos, que algo está sucediendo dentro de nosotros y nos alerta que lo peor puede suceder.

¿POR QUÉ REPRIMIR?

Reprimir es silenciar una emoción, es acumular vivencias y sentimientos desagradables sin darle salida a lo que realmente sentimos. La vivencia traumática de un acontecimiento, sea un rechazo, abandono, ofensas, pérdida, agresión; son hechos que generan emociones desagradables, callar es dejar dormir en nuestro mundo interno el dolor que estamos sintiendo, sin percatarnos, que de una manera u otra, el cuerpo expresa su malestar a través de síntomas o signos, o lo peor aún, a través de una enfermedad, porque cuando el sentimiento duerme la enfermedad despierta, o bien, sin darnos cuenta, lo retorna de manera violenta y agresiva ante estímulos externos o internos pudiendo ocasionar un desbordamiento de emociones, donde nuestro cerebro emocional asume el control y muestra una conducta que puede ser aparatosa: llanto, huida, gritos, agresión; por eso las emociones deben expresarse para evitar un trastorno mental u orgánico. Entonces, por qué reprimir, si el silencio nos ocasiona mucho daño.

¿QUÉ HACER?

Descubrir las emociones reprimidas, es el arma más poderosa para saber y entender el comportamiento de las personas, porque nuestras emociones son el espejo de lo que pensamos y de cómo nos comportamos. Las emociones reprimidas por lo general son aquellas, que las personas no quieren escuchar o a las que no se les ha dado la importancia necesaria, pero son las que mayormente toman fuerzas y las que, por su falta de gestión asertiva acaban liderando el comportamiento del ser humano, al involucrar pensamientos distorsionados sobre los sentimientos y sensaciones que se producen al interior de las personas. Una vez descubierta la emoción que nos lastima, se deben afrontar aplicando la inteligencia emocional porque las transforma de enemigos en aliados. Una de las ventajas que ofrece el autocontrol emocional es, la capacidad de reconocer lo que estamos sintiendo y entender por qué actuamos de una forma u otra, lo que nos permite reflexionar ante la manera de sentir y actuar, adecuándose a las situaciones nuevas que se deban enfrentar.

Reconocer que cada persona filtra las situaciones en función de sus sentimientos, permite comprender, porque cada uno actúa de una forma diferente. La inteligencia emocional ayuda a manejar el estrés y a identificar las situaciones que pueden dañar física o emocionalmente a una persona y conducirla a la enfermedad.

"Descubrir y reflexionar sobre lo que sentimos nos hace comprender, que es mejor expresar que callar"


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