ROSACRUZ

HISTORIA DE LA ROSACRUZ

Mi padre fue mi modelo de vida, era mi razón a seguir. Era una persona ligeramente introvertida, sereno, tranquilo, pacificador y contento con su vida. Le gustaba leer sobre aspectos filosóficos de las leyes naturales. Practicaba el crecimiento y desarrollo personal, estimulando facultades internas y ejercitando la meditación con la finalidad de lograr la armonía en su ser interior, allí nació su inspiración y deseo de pertenecer a organizaciones fraternales como la masonería y la orden rosacruz cuyas enseñanzas eran compatibles con su estilo de vida.  

A raíz de su desaparición física en el año 1962, su ser espiritual impregnó el ambiente familiar durante varios años. Su energía siempre estuvo presente y constituyó un apoyo moral en los momentos de dificultades familiar y personal. Muchas fueron las veces que invoqué su imagen y su orientación cuando me sentía atrapado ante una situación que ameritaba ayuda. Quizás, la solución yo la tenía en mente, pero necesitaba el apoyo moral que él siempre me brindó en vida. Si la solución del problema era la correcta o no, yo asumía la responsabilidad sin alterar el gran afecto y credibilidad hacia mi padre. 

Los sueños con mi padre eran frecuentes y en una de las tantas oportunidades que soñé con él, me dijo: __ Hijo, hazme una "Rosacruz". Al día siguiente, en la mañana, le comenté a mi mujer lo que había soñado y la petición que me había hecho. Sin perder tiempo, ese mismo día me dediqué a tallar en madera una rosacruz. Una vez culminada la obra, la coloqué al frente de su foto que tenía yo en mi biblioteca. Dos o tres días después, tuve un nuevo sueño con mi padre, durante el sueño, él me informó que la rosacruz que yo había hecho no era la verdadera y me dio indicaciones precisas donde encontrar la imagen auténtica para que yo la hiciera.  Entonces, me dijo __ Hijo, en el recibidor de casa hay un estante de madera color caoba, allí encontrarás un sobre tipo oficio color gris, en su interior hay una revista color verde claro cuya portada tiene imagen auténtica de la rosacruz. 

Al día siguiente por la mañana le comuniqué a mi mujer de aquel sueño y la nueva solicitud de papá. No sabía de cuál casa me hablaba en el sueño porque habían pasado muchos años y aquella vivienda la habíamos vendido. Todos los muebles de aquel entonces se habían deteriorado y sustituidos por otros; los documentos, cartas, revistas que recibía mi padre de los hermanos Rosacruz fueron devueltos a la fraternidad.  Cada hermano tenía su propio hogar y mi madre vivía con uno de ellos. En mi hogar no existía ese tipo estante ni revistas relacionadas con la fraternidad rosacruz. 

Varios días después tuve la ocasión de visitar la viuda de un hermano y le pregunté sobre la existencia de un estante de madera color caoba con las características señaladas en el sueño. Mi cuñada, sin mediar más palabras, me llevó hasta el recibidor de su casa y allí se encontraba un estante similar al descrito por mi padre. Mi sorpresa fue mayúscula, encontramos el sobre gris y dentro de él, estaba una revista de color verde claro cuya carátula tenía la imagen de la rosacruz. Me quedé estupefacto por la exactitud  de las indicaciones que me había suministrado mi padre. Me fui a casa y llevé conmigo aquel sobre gris y su contenido. Sentí una alegría inmensa por aquel hallazgo. 

 Al día siguiente tallé la rosacruz tal cual como estaba especificada en la portada de la revista, la coloqué frente de la foto de mi padre y desde ese momento no he vuelto a soñar con mi padre ni he solicitado más su ayuda en los momentos de dificultades.  

El día 2 diciembre de 2016, en el primer cumpleaños de mi adorada nieta Isabella Victoria, recibió de su primo un regalo, la auténtica rosacruz.  Su madre, que desde niña había escuchado el relato que yo hacía de la historia de la Rosacruz, quedó gratamente impresionada por aquel obsequio tan hermoso que hoy exhibo al inicio de este artículo