ALOPECIA AREATA


Roberto, un hombre de 52 años de edad, asistió consulta con el especialista en enfermedades de la piel y del cuero cabelludo debido a la caída del cabello y parte de los pelos de la barba. Lo extraño del caso, era que la caída del cabello se sucedía en forma de parches, dejando zonas claras en diferentes sitios de la cabeza y de la barba, como si le hubiesen quitado los pelos a mordiscos. 
El galeno lo examinó y solicitó varios exámenes de laboratorio con la finalidad de investigar si existían causas infecciosas, parasitarias u hormonales; que estuviesen ocasionando tal enfermedad, sin embargo, no encontró alteraciones en los resultados del laboratorio.  

En vista de que todo parecía estar normal, el médico dijo__ señor, su caso es una “Alopecia Aréata” o sea, una pérdida del cabello por áreas y de causa desconocida.
El médico indicó tratamiento durante un mes sin éxito alguno, más aún, cada día el cabello se hacía más escaso, las peladuras se hacían más grandes y seguían apareciendo en diferentes sitios de la cabeza. En vista de la resistencia al tratamiento, el médico sospechó de la existencia de factores emocionales estresantes que estuviesen interfiriendo con la curación y, así se lo hizo saber al paciente. 
_ Señor Roberto, dijo el doctor, usted debe estar pasando por alguna situación conflictiva que tiene miedo de afrontar. Si usted me cuenta su problema yo podría ayudarlo. Hablemos de lo que le está sucediendo. 
_Roberto, un poco avergonzado, narró al doctor, con lujo de detalles lo que le sucedía. 
Desde hace seis meses aproximadamente, se inició una relación amorosa entre esta joven y yo, al extremo, que hace dos meses tuvimos relaciones sexuales. Como consecuencia de esa relación sexual a Mercedes no le ha venido la regla y la prueba de embarazo resultó positiva. Ambos hemos mantenido esto en secreto mientras buscamos una solución al problema, pero mantengo un estado de angustia permanente: me siento muy intranquilo, mantengo la boca seca, las manos y los pies los tengo permanentemente fríos, siento mareos, me siento irritable, malhumorado, no puedo dormir, tengo pesadillas; y por si fuera poco, estoy roncando más fuerte que un león, tanto, que mi esposa tiene que dormir en habitación aparte por que no soporta mis ronquidos.
Desde hace dos semanas atrás, he notado que el pelo se me está cayendo en forma de parches en varias zonas de la cabeza y de la barba. Pensando que era una infección por hongos tomé algunos medicamentos, me apliqué cremas y hasta lociones capilares, pero los pelados siguen aumentando cada vez más. Mi esposa se ha dado cuenta de las peladuras en mi cabeza y de mi estado de angustia y con cierta malicia me dijo. _ Roberto, en mi pueblo dicen que los remordimientos de conciencia tumban el pelo.
El médico, una vez escuchada la historia de Roberto, recomendó que se afeitara toda la cabeza y luego, sobre la cabeza rapada se frotara, tres veces al día, una loción capilar para regenerar el cabello y, para su tranquilidad emocional, le sugirió repetir nuevamente la prueba de embarazo, por cuanto muchas de esas pruebas pueden dar falsos positivos. Igualmente le aconsejó llevarla al ginecólogo. 
Roberto, siguiendo las recomendaciones de su médico llevó a Mercedes al ginecólogo, quien le practicó una ecografía pélvica, no encontrando signos de embarazo. La prueba de embarazo resultó negativa. Le recetó unas pastillas durante tres días y le dijo que esperara a que le viniera la regla.
A los cinco días después de tomar la última pastilla, Mercedes presentó la regla. Roberto, una vez conocida la noticia, reflexionó sobre la situación vivida, decidió terminar la relación amorosa con Mercedes. Se tranquilizó y decidió realizar un viaje para aliviar el estrés. A su regreso, el pelo ya había crecido y nuevamente lucía su cabellera normal.


Comentario
La Alopecia Aréata, es una patología común que se caracteriza por la pérdida del pelo en forma de placas o parches. Las zonas más afectadas son: el cuero cabelludo, la barba y otras partes del cuerpo. Normalmente empieza con uno o varios parches pequeños, redondos y lisos. Ocurre tanto en varones como en las hembras de cualquier edad, observándose más a menudo en los niños. 
Investigaciones actuales han encontrado la existencia de factores inmunológicos que suprimen, temporalmente, durante semanas, meses o años; el crecimiento del folículo piloso, y a veces, durante toda la vida. Igualmente, se ha encontrado asociado la vivencia de un trauma emocional, reprimido o ignorado, en los pacientes que sufren de “alopecia aréata”. El factor emocional actúa sobre ciertas células de la piel liberando una sustancia vaso constrictora, la cual ocasiona un estrechamiento de los vasos capilares que llegan a la raíz del pelo, impidiendo de esta manera que la sangre y sus componentes nutritivos lleguen al folículo. El pelo, al no recibir los nutrientes naturales se muere y se cae. De superarse el trauma vivido, el pelo vuelve a crecer normalmente, de no ser así, le lesión puede ser irreversible... 







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