Lo que ocurre en la mente, ocurre en el cuerpo
Mente y cuerpo es un todo, imposible de separarlo, si algo ocurre en la mente ocurre en el cuerpo. La mente es producto del cerebro, órgano rector de las funciones corporales. El cerebro recibe los mensajes de la mente y los transmite al cuerpo y, viceversa. Estos mensajes llegan a todas las células del organismo a través de dos vías fundamentales: una rápida, siguiendo la ruta de los nervios periféricos y, otra más lenta, a través de las hormonas, neuroquímicos y sustancias inmunológicas que circulan por la sangre.
Benette Braun, psiquiatra norteamericano, especialista en psicofisiología, basado en la primicia de la terapia cognitiva de que: la forma de pensar cambia la forma de sentir y el funcionamiento del organismo. En sus investigaciones realizadas recientemente demostró que pacientes con personalidad múltiple pueden generar cambios en la fisiología de sus órganos. En su estudio encontró que enfermos diabéticos, hipertensos y epilépticos dejaban de serlo cuando asumían otra personalidad.
La doble personalidad o personalidad múltiple es un trastorno neurótico, donde conviven personalidades distintas en un mismo individuo cuyos pensamientos, sentimientos y conducta son totalmente diferentes y sin que una de ellas tenga conocimiento de la otra. La doble personalidad es el disfraz que usa una persona ante su miedo de enfrentar las fuerzas que lo reprimen. Es la reacción ante el conflicto entre lo que quiere ser y lo que debe ser. Es su rechazo a la triste realidad que se le ha impuesto.La diabetes es una enfermedad metabólica ocasionada por una disminución de la secreción parcial o total de insulina por las células del páncreas cuya consecuencia es el aumento de azúcar en la sangre y las complicaciones respectivas. Los niveles de azúcar en sangre pueden variar de acuerdo a los estados emocionales.El doctor Braun, realizó estudios en pacientes diabéticos con personalidad múltiples, encontrando que a medida que cambiaba la personalidad se sucedían cambios en la enfermedad y alteraciones en las ondas cerebrales.Braun, cita la historia de Ana, una mujer diabética con doble personalidad, cuya madre le inculcaba que debía cuidarse de las personas que se mostraban cariñosas, ya que en el fondo eran hipócritas y malas. Ana creció con esa enseñanza, rechazó toda manifestación de cariño pero siempre sufrió la soledad afectiva. Muchas veces fue hospitalizada por sus altos niveles de azúcar en la sangre.En el hospital, se mostraba fría, indiferente y poco colaboradora con el personal que la cuidaba. Los médicos tenían graves problemas para tratar su diabetes, por cuanto conocían de su doble personalidad y los cambios que ella generaba en su organismo. Como diabética, había que tener cuidado al suministrarle insulina, por que al asumir la otra personalidad, dejaba de ser diabética, el nivel de azúcar se normalizaba y el electroencefalograma reportaba ondas cerebrales normales. En esos momentos la aplicación de insulina era sumamente peligrosa para su vida.La personalidad diabética de Ana, reflejaba su infeliz realidad, la inmensa amargura que llevaba adentro y la lucha interna por endulzar su existencia. Es el conflicto entre estar bien con la razón y también con la emoción. El deseo de recibir amor y el miedo a la censura materna. Es la infelicidad que sentía al esconder sus sentimientos. Por eso, algunas veces, Ana usaba la otra cara, su yo verdadero, sin conflictos ni represiones. Ella misma, libre de la diabetes, de cadenas y de sufrimientos. La que es y, tristemente, no podía ser.En síntesis, las dos caras de Ana, confirma la lucha del ser humano por encontrar la paz y la felicidad que tanto necesita para continuar viviendo.
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